30.12.07

Antónimos

Me viene a la memoria un libro de Michel Tournier titulado ‘El espejo de las ideas’ (El Acantilado, 2000) en el que cada capítulo recoge una pareja de antónimos de hecho, que configuran nuestra percepción de la realidad con tanta eficacia como la que habitualmente atribuimos a los antónimos más o menos absolutos: día y noche, blanco y negro, sí y no, masculino y femenino, etcétera. Hágase, si no, la prueba de las palabras inmediatas, digamos perro, carne, cuchara, mula y sal, por ejemplo, y, a poco raudo que sea, nuestro sparring léxico dirá sin pestañear gato, pescado, tenedor, buey y azúcar. Y me viene a la memoria el libro de Tournier, digo, porque toda la tarde me está martilleando una pareja de hecho episcopal que conjugo y conjugo y vuelvo a conjugar, como los peces en el río, con todos sus morfemas y derivaciones, y repitiendo siempre (o bis), por su énfasis benedicto y su colónica terquedad, el segundo término de tan sacrosanta creación léxica, cual pronobis, estribillo o letanía: orar y conelmazodar, ¡conelmazodar!, orando y conelmazodando, ¡conelmazodando!, etcétera. ¡Qué son, qué sonsonete!

27.12.07

Epigrama

Poeta con pose
no hace poesía,
que cursa y cose
cursilería.

24.12.07

Palinodia

cuando lleguéis a Ítaca perdonadme viajeros
y no tengáis en cuenta lo que dije
olvidad el camino la autovía el atasco
los adelantamientos las retenciones los frenazos
las amenazas luminosas de la gobernación
y los gestos obscenos desde las ventanillas
el pequeño accidente los coches distraídos
al fin no pasó nada sólo el susto y los gritos
el lento enigma del arcén y los triángulos
y el lúgubre fulgor de las luciérnagas

olvidad sobre todo el bar de carretera
lleno de suciedad y de viajeros ávidos
con hambre y sed y prisa y malhumor
y lo que preguntó el muchacho ecuatoriano
sobre noventayocho diesel o eurosúper
y lo que replicó el dios iracundo y todoterrenal
olvidad a la joven de la caja
no recordéis sus ojos melancólicos
tenía un mal día hubiera preferido
cambiar el turno y dirigirse a Ítaca
no la inmóvil fatiga de cariátide
que mira ausente la documentación
de tantos odiseos y argonautas
con tarjeta de crédito y con ojos de hastío
o con los nervios en fermentación
porque el camino a Ítaca es lento es infinito

cuando lleguéis a Ítaca perdonadme viajeros
y no tengáis en cuenta lo que dije
aquellos eran otros tiempos
época de dulcedumbre alejandrina
y he cambiado de opinión ahora
si alguna vez llegáis a Ítaca
os aconsejo que olvidéis el viaje
y que comáis bebáis buen vino descanséis
que recorráis después sus hermosos parajes
que os deleitéis gozosos en tan ardua belleza
y que mientras disfrutáis de tanta dicha
mientras Ítaca sea Ítaca y siga siendo Ítaca
no se os ocurra nunca pensar en el regreso

23.12.07

22-D

Lotería: alegría descorchante

22.12.07

Pascuas

Como no voy a ir de cotillón ni de bailes ni de fiestas, que no estoy para saltos, trotes, cucuruchos ni matasuegras, he comprado un par de libros con propósito de lectura navideña y criterio en equilibrio: ‘La puta de Babilonia’, de Fernando Vallejo (Seix-Barral) -«La católica, la apostólica, la romana, la jesuítica, la dominica, la Impune bimilenaria tiene cuentas pendientes conmigo desde mi infancia y aquí se las voy a cobrar» (reclamo políticamente correcto que la editorial extrae del primer párrafo, mucho más crudo: «La puta, la gran puta, la grandísima puta, la santurrona, la simoniaca, la inquisidora, la torturadora, la falsificadora, la asesina, la fea, la loca, la mala...», etcétera)-, y ‘Spe salvi’, la II encíclica de Benedicto XVI (San Pablo) -«‘Spe salvi facti sumus’, en la esperanza fuimos salvados, dice san Pablo a los Romanos y también a nosotros»-. No hace falta decir que el primero es el autor de ‘La virgen de los sicarios’, o de ‘Logoi. Una gramática del lenguaje literario’, o de ‘La tautología darwinista’, y que el segundo es el Papa, Sumo Pontífice y amplia gama de atributos vaticanos: dos seres enfurecidos, a fin de cuentas. Antes de empezar a leer, a la vista del precio, 19,50 € el primero y 2,40 € el segundo, alcanzo a pensar que la fe es más barata que la blasfemia o que, en viceversa, cuesta más la blasfemia que la santa creencia, aunque no sé si será por otra inversión del capital, es a saber, que los beneficios, por activa o por pasiva, o los impuestos, directos o indirectos, en € o en $, en cruz o en raya, sean inversamente proporcionales. Habrá que seguir.

19.12.07

Curso y recurso

Según Andreas Schleicher, director del informe PISA, «repetir curso consume muchos recursos». Curso y recurso: ¡qué hallazgo verbal!, ¡qué tentaciones polisémicas para re-curso, y para re-petir, y para con-sumir, y hasta para con-curso! ¡No habrá repetidores, sino alumnos de primer curso y de primer recurso, de segundo curso y de segundo recurso! ¡Y así hasta la recursación final, con borriquito y chándal! Lo oigo en la radio del coche, de camino a casa tras evaluaciones varias de bachillerato and ESO, y me quedo prendido en el redoble, lo redicho del dicho, de modo que (horresco referens, y ahora me reprendo) me pierdo el curso del discurso, como los alumnos que se estancan en tercera línea.

17.12.07

Santa Bárbara

Desde la ventana se aprecia, año tras año, el paso de las estaciones y el poblamiento expansivo de la sierra, de forma que frente al vehemente verdor de mayo, la desolación esquemática de enero, la madurez sólida y sustancial de agosto o la melancolía amarilla de noviembre, con su vigor poético, se acrecienta el despojo de la naturaleza y su devastación, la infame progresión del hombre y sus residuos, la violenta invasión del edén de la sierra. «Arva ferro populatur et igni». Al margen, en un ángulo de esta dialéctica cruel de tiempo y urbanismo, sobresale, con humildad silvestre, un pequeño arbusto, exiguo y descatalogado, insignificante y solitario, que, frente a todos los demás árboles desnudos y a despecho de las crudas heladas de diciembre, aún conserva el tesoro de sus hojas amarillas, intensamente amarillas, una metáfora postrera de fortaleza y perseverancia en la intemperie.

9.12.07

¡Fuera escuelas!

Parece que los males escolares se deben, según don Vicente Verdú («La miseria de la escuela», El País, 08-12-2007), a dos secuelas prehistóricas de la modernidad, la terquedad laboral de profesores mayores, provectos y vetustos, por un lado (me incluyo humildemente en las tres categorías), y la obstinación académica de la galaxia Gutenberg, por otro. Como me cuesta creer que se trate de una simplificación colérica o apresurada, o de un improvisado devaneo semiótico, me sumo a la moción. Suprímanse, pues, tales secuelas. Y, si a una jubilación tan provechosa y a un venturoso Fahrenheit 451, añadiéramos el cierre de colegios e institutos («Aquí no queremos escuelas», decía en Palermo una pintada de pizarra que recoge Leonardo Sciascia en ‘Negro sobre negro’), no tendríamos que andar ‘pisándonos’ unos a otros por países o regiones y todos viviríamos infusos y felices.

6.12.07

Beatus ciber

A mí una pobrecilla
mesa, de libros muy bien abastada,
me baste, y una silla,
una red adsleada,
portátil, laserjet, mail, y más nada.

5.12.07

Arietes

Al arrimo de los acontecimientos, se emplea la palabra «ariete» (política, sección nacional, opinión) y me acuerdo de un verso del arcipreste: «¿En dos anos petid corder non se fazer carner?». Arietes hay, ciertamente, en los partidos políticos o en sus alrededores, que, acaso faltos de afecto, nacen a la luz pública como mansos corderos, pero crecen y, cuando crecen, se crecen, se alimentan de su propio crecimiento, y entonces, bidentes, tórnanse carneros, pobres e infelices carnarios de cañón.

3.12.07

Siglas

ANVT