26.4.09

Hipérbaton

En la barra de un bar asistimos distantes a un diálogo ajeno.
—Es un pobre hombre absoluto —dice Asdfg, caña en mano.
—No —precisa Qwert, ondeando al aire con ademán taurino la alta copa de un crianza—, es un absoluto pobre hombre.
Conclusión: sólo el vino y la cerveza del mediodía dominical dan pie a un tiquismiquis de gramáticos jocosos (o tal vez en trance de psicoanálisis retórico: la sintaxis es una facultad del alma) sobre la posición complementaria o adyacente del adjetivo «absoluto».

21.4.09

¡Achís!

Con los devaneos de la meteorología primaveral y la unánime, estridente y cosmicómica invasión de las alergias («¡Qué le vamos a hacer!», le he oído esta mañana en la gasolinera a un afectado, «el campo tiene que estar bonito»), en estos días previos al bozal o la clausura, cabe apreciar que sólo queda un rasgo último, explícito y coral, de urbanidad, a medio camino entre la educación y el arrendajo: la cortesía del estornudo. ¡Jesús!

12.4.09

Ex horto

Con la idea del monte o huerto de los Olivos en la cabeza, «et hymno dicto, exierunt in montem Olivarum», he venido a reparar en las últimas palabras de ‘Cándido’, de Voltaire: «Cela est bien dit, répondit Candide, mais il faut cultiver notre jardin», y en las primeras de ‘El año del jardinero’, de Karel Čapek: «Hay cien maneras de crearse un jardín: la mejor es todavía llamar a un jardinero», y resuelto finalmente acogerme, sin más cultivación, a la lejanía de los jardines, al «huerto florido y encalado» de JRJ y al «huerto claro donde madura el limonero». C’est tout.

9.4.09

Necrología

Descreo de la necrología en que el necrólogo confunde las funciones de difunto y receptor, dudoso planto conativo-obituario. (Otra cosa es la elegía, o incluso el epicedio: porque la lírica es eterna y el periodismo efímero.)

1.4.09

El minotaurio

Cuando despertó, había perdido el hilo.