25.1.14

Leyendo

Cuando lo mismo da seguir que no seguir, ‘pa’ qué seguir.

20.1.14

Ergo

Como bajo a menudo hacia la puerta de Talavera desde casa y han sido más veces las que no que las que sí, incorporado de facto, y aun de iure, a la lista negativa del callejero insolidario —me viene a la memoria la abultada libreta de Willy Danaher—, el hombre necesitado ya no me da los buenos días.

17.1.14

Subrayando

«La mayor parte de los discursos dominantes acerca de nuestra realidad social están dirigidos a negarla», escribe César Rendueles (‘Sociofobia’, Capitán Swing, 2013, pág. 19). Todo el mundo lo sabe («casi» aquí sería un diagnóstico ofensivo) y persiste, no obstante, esa oratoria, esa inagotable e hipertrófica prevaricación argumentaria: he ahí la cuestión.

15.1.14

Ballon d'or

¡Cristiano no vota a Messi
ni Messi vota a Cristiano!,
lo que significa que, si
balón es, non es l’aurano.

1.1.14

Tabarra

Bien sé yo lo que dice la sobrina:
«No me gusta cómo caza la perrina».
Se lo dijo al chaval en una esquina.
Y el muchacho, fumador de nicotina,
—lo sé bien, pues le doy la medicina
cuando llega por la tarde a la cantina
sin comer, macilento, ¡qué penina!
¡quién le ha visto y quién le ve, madre divina!
¡tan así, tan malucho, tan asina!—,
le responde entre sollozos y en sordina:
«Ni el color de la orina, ni la orina».


Leyendo yo también manga por hombro la taba de Elías Moro no he tenido mejor ocurrencia que, a falta de otras diversiones (soy fan al fin y al cabo del farero solitario), dar la tabarra en nochevieja con una combinación de endecasílabos y dodecasílabos alternos en la que, mediante pies de cuatro sílabas y terminaciones agudas en las cesuras —tal que así: ooóo / ooó, o viceversa—, venga a resultar que los endecasílabos sean también en realidad dodecasílabos, esto es, que, a efectos rítmicos, tanto dé ooóo ooóo ooóo como ooó ooóo ooóo. La consonancia es lo de menos.