7.12.05

I Spanien

De viaje por España en 1862 («I Spanien», 1863), Granada le inspiró a Hans Christian Andersen versos tristes, versos amargos y, sobre todo, versos malos. «En castigo», escribe el cuentista universal, «el verso habrá de imprimirse; él no lo merece, pero me lo merezco yo» («Viaje por España», Alianza, 2005, p. 156). El mérito es doble: conocer los propios límites y reconocerlo.