4.3.06

Gallinas

Siempre había puesto yo como ejemplo jocoso de fenómeno de habla las palabras de un profesor que se dispuso a explicarnos la filosofía de «Aristón y Platóteles», un tipo de alteración morfológica que ha servido tanto para la poesía risueña («ahora que los ladros perran / ahora que los cantos gallan...») como para la transgresión creacionista («al horitaña de la montazonte / la violondrina y el goloncelo...»). Debe de haber, pues, algún asomo de justicia poética en el hecho de que parcelando el otro día en una clase de bachillerato la generación del 27 se me escapara incomprensiblemente la expresión «poesía de Gallinas», juntando así en quién sabe por qué y desde qué incógnito sustrato de mi incompetencia lingüística a Salinas con Guillén, o a Guillén con Salinas, que tanto monta monta tanto y no me veo en condiciones de aclarar tan pintoresca pirueta, cabriola o acrobacia sintagmática.