29.1.06

¿Queequeg?

Llaman las otras compañías de telefonía móvil, con insistencia y con identidad oculta, se presenta una chica, dice un nombre, su nombre, y pregunta directamente el mío sin rodeos, no ¿con quién tengo el gusto de hablar?, sino con determinación bravía, según normas de manual, imagino, técnicas de persuación del comercial agresivo: «¿Cómo se llama?». Y siempre me ha perturbado esa interrogación directa e inmediata, me ha pillado falto de reflejos, incapaz de una reacción embustera o diasuasoria, náufrago frente al todopoderoso leviatán, hasta que de pronto, el viernes, las musas me brindadron una solución imprevista que, libre de copyright, pienso seguir usando: «Puede llamarme Ismael».