20.8.06

Furores

Dos furores de la posmodernidad, tan retóricos y recurrentes como insoportables: el furor gastronómico y el furor meteorológico. Oh tiempo y tiempos. No es lo malo la sustancia (recuérdese a Gongora: «Ande yo caliente / y ríase la gente», «quiero más una morcilla / que en el asador reviente», etcétera), sino el discurso, la meteogastrología ontológica y sus apóstoles.