Lo bueno si breve
Aunque siempre me he declarado perezoso, adicto a la pereza y al ocio sin atributos ni esperanza, hasta el punto de que, digo, incluso cuando no tengo nada que hacer me gusta acabarlo pronto, no consigo explicarme por qué, leyendo, y leyendo además con gusto, disfrutando sin prisa del tiempo consuntivo de la lectura, me produjo tal sensación de alivio y aun diría que de alegría ver que terminaba en la página 207 el capítulo que yo pensaba que se prolongaba hasta la 215.
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