23.5.05

Dora Dymant

Tres mujeres destacaron en la vida de Franz Kafka: Felice Bauer, Milena Jesenská y Dora Dymant. De la importancia de las primeras hay amplia constancia en las cartas que Kafka les escribió, «Cartas a Felice» y «Cartas a Milena», y en el infinito laberinto bibliográfico kafkiano. Milena cuenta además con la biografía de Margarete Buber-Neumann, su compañera en el campo de concentración de Ravensbrück. De Dora Dymant sabemos que vivió con Kafka el último año de su vida, que lo cuidó en la enfermedad hasta la muerte y que tal vez lo hizo feliz. Ocupa, sin embargo, un lugar inferior en la jerarquía. La biografía de Kathi Diamant* pretende reparar esa injusticia, aunque se complace en un título injusto: «Kafka’s last love» (anteponiendo con buen criterio la persona a la función, la traducción castellana prefiere el nombre propio, «Dora Diamant», y esconde «El último amor de Kafka» en un subtítulo interior) y, según creo, no consigue sus propósitos. Documenta la peripecia de una mujer extraña que, durante los casi treinta años en que asumió el papel de viuda obsesiva de Kafka, intentó ser actriz en Berlín, se casó con un economista desventurado, tuvo un hija enfermiza, se refugió del nazismo en Rusia, vivió la guerra confinada en Inglaterra, viajó brevemente a Israel y murió finalmente en el hospital de Plaistow en 1952. Pero el halo de misterio y de bondad, de disposición y desparpajo, que le adivinamos en 1923 y 1924 no queda superado ni explicado en estas 400 páginas, pese a sus trampas narrativas y sus concesiones al folletín. La razón es sencilla. Sólo Kafka puede rescatar a Dora Dymant y colocarla a la altura de Felice y Milena y eso sólo ocurrirá si algún día aparecen las 35 cartas que le escribió y que la Gestapo confiscó en bruto en 1933. Habrá entonces unas «Cartas a Dora» y todo estará como debe estar.

* Kathi Diamant, «Dora Diamant», Circe, 2005