17.5.05

Contextualizando

Poco personajes históricos han dejado en herencia un adjetivo: homérico, platónico, dantesco, sádico, masoquista, kafkiano. «La historia y la tragedia de nuestra era empiezan en realidad con [Sade]», escribió Albert Camus en «El hombre rebelde» y añade: «Nuestra época [...] ha mezclado de forma curiosa su sueño de una república universal y su técnica de degradación». Por lo demás, bastará leer alguna biografía, «El marqués de Sade (una vida)», por ejemplo, de Francine du Plessix Gray, para saber que Donatien Alphonse François (1740-1814) padeció años y años de cárcel. En la cárcel escribió o esbozó alguno de sus libros y en la cárcel fue donde, ante quien se interesó por su estado, respondió: «No soy feliz, pero estoy bien».