4.10.05

Exclusivas

Como las exclusivas periodísticas eran raras y escasas (watergate y así), los periodistas han pretendido elevar su propio prestigio y su audiencia anunciando como exclusiva cualquier nimiedad que hayan conseguido o atisbado o incluso fabricado (unas declaraciones de Esperanza Aguirre, el ensayo de una cucarachita brasileña, una foto lujuriosa en penumbra psicodélica) y, como las nimiedades abundan, todo son ahora exclusivas y exclusivas en exclusiva. Algunos noticiarios, de hecho, ya no emiten noticias, sino propaganda de exclusivas. No han conseguido mayor prestigio, ciertamente, pero han desprestigiado, degradado y apestado hasta el límite y ad nauseam la palabra «exclusiva». En resumen: que hoy es martes, esto es Spain y aborrezco las exclusivas.