11.5.08

Liceo

Como la escuela aristotélica estaba en las cercanías del templo de Apolo Licio, de donde por contigüidad le vino el nombre, no cabe dudar de que la palabra «liceo» (que también vale para los centros de enseñanza secundaria o institutos) proviene, por vía etimológica, de un atributo del dios Apolo, ya sea λυκειος, ‘luminoso’, ya sea λυκιος, ‘matador de lobos’. Y, como, al fin y al cabo, todo surgió por el azar de la metonimia, no merece la pena apostar por uno u otro origen. Sin embargo, en vista de que son muchos los que consideran más razonable lo primero, porque Apolo era dios del sol y por la identificación metafórica de la luz con el conocimiento, yo prefiero la segunda opción. Tal vez no haya relación alguna entre la sabiduría y los lobos, lo ignoro, pero, como las palabras «licántropo» (hombre-lobo) y «licantropía» (transformación del hombre en lobo) sí provienen de λυκος, como el más perezoso estudiante de filosofía sabe que «homo homini lupus» y como la paideia, en fin, se debate entre la licantropía neocón (o transformación del niño en lobo, que el pez grande se come al chico y la vida ahí fuera es dura, cruel, salvaje, etcétera) y el humanismo (que es la neutralización o extirpación del prefijo del licántropo), tal vez convenga reivindicar la tarea pedagógica como más apta para λυκιος, matador de lobos, que para λυκειος, maestro ciego de tanta vana luz.