Carrrrusel
«¡Gooooooool!», acaba de vocear con entusiasmo interminable y lánguido un locutor deportivo en váyase a saber qué frecuencia inmodulable del dial: «Hemos pasado del uno cero al cero uno», añade con euforia. ¡Prodigioooso! ¡El milagro de los goles y los peces!
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