20.4.12

Comentarios

Cuenta Plinio el Joven (IV, 25) que, cuando se instauró el voto secreto en el senado, algún indeseable escribió chistes y osbcenidades (multa iocularia atque etiam foeda dictu) en las tablillas, que a tales desvergüenza y osadía dirigen su anonimato los espíritus mediocres (tantum licentiae pravis ingeniis adicit illa fiducia: quis enim sciet?). Y concluye: Ubique vitia remediis fortiora. Vale decir: Ubique.