9.11.08

Bibliofilia

El 07/09/2008 me entregué en Madrid a la rutina: el Rastro, la ronda de Valencia, la ronda de Atocha por la acera de los impares, la librería del Reina Sofía (donde compré ‘Guerra en España’, de JRJ), La Libre (una librería diminuta y progresista que juega doblemente con la palabra, ‘La Libre/ría’). Pero lo que permanecerá con más fuerza en la memoria será el ejemplar de ‘Conversaciones con Kafka’, de Gustav Janouch, de la editorial Fontanella, que languidecía sobre un montón de libros viejos en un puesto de la plaza del Campillo del Mundo Nuevo, do desemboca la calle de Mira el Río Baja. Lo hojeé: 12 . Tuve un primer impulso de compra. Así lograría, al fin, un objetivo perseguido durante años, hace, por desgracia, demasiados años. No sé cuándo tuve conocimiento de la existencia de ese libro, a finales de los ochenta o principios de los noventa, creo, pero sí recuerdo con cuánto afán, con cuánta urgencia y cuán en vano lo busqué. Con el tiempo, perdida la esperanza y aletargado el propósito, el libro apareció, para mi sorpresa, en la editorial Destino, en septiembre de 1997. Lo compré entonces, lo leí, lo subrayé e incluso, considerando lo que tiene de evangelio, lo regalé a algún que otro kafkiano de poca fe. Por eso, el 07/09/08, con la edición de Fontanella en las manos tuve ese primer impulso comprador. Pero me contuve. Ya no sería un libro, sino un trofeo, me dije, una pieza solitaria de vitrina, mera bibliofilia. Decidí, pues, no comprarlo y dar a alguien con más entusiasmo la oportunidad de encontrarlo, de tenerlo, de exhibirlo. Repetí la rutina dominical el 02/11/08 y me asomé por curiosidad al montón de libros viejos en el Campillo del Mundo Nuevo: allí estaba o seguía el pobre Janouch a 12 en la fontanella que mana y corre y no baja al río. Allí lo dejé. Pero he tomado una determinación justiciera: la próxima vez lo compraré, ahora ya por respeto, por cortesía, por los viejos tiempos, como un buen caballero ante el rapto de la princesa. No será una compra, pues, sino un rescate.