5.3.09

Enredando

Siento vieja devoción por algunas novelas de Pérez de Ayala, me agrada la combinación de humor y pedantería de su escritura, siempre que paso por la calle Huertas, números 24/26, me acuerdo de Teófilo Pajares al comienzo de ‘Troteras y danzaderas’, a veces evoco las locas ambiciones dramático-filosóficas de ‘Belarmino y Apolonio’, de modo que, a falta de algo mejor que hacer, transcribo unos versos suyos que tienen cierto eco y dicen:

Escudriñé las grandes verdades de los hombres
en ámbitos adustos de doctas bibliotecas.
Nihil, nihil. Cuatro nombres,
cuatro cifras, cuatro palabras huecas.